No es necesario realizar cistoscopia en la mayoría de los pacientes con diagnóstico de vejiga hiperactiva

Iniciativa desarrollada por el servicio de Urología en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz en Madrid.

La vejiga hiperactiva es un complejo sintomático caracterizado por urgencia urinaria, normalmente acompañado por frecuencia y nocturia, con o sin incontinencia urinaria de urgencia, en ausencia de infección del tracto urinario u otra patología evidente. En estudios poblacionales, la prevalencia de la vejiga hiperactiva varía entre el 7% y el 27% en hombres y entre el 9% y el 73% en mujeres, y se incrementa con la edad. El diagnóstico de esta patología se realiza mediante una cuidadosa historia clínica, la exploración física y un urianálisis. En algunos pacientes, puede ser necesario realizar un cultivo de orina, un residuo postmiccional y un diario miccional.

La cistoscopia es una prueba invasiva y no exenta de riesgos, como presentar una infección de orina o hematuria después de la misma, pero no es infrecuente observar que se incluye en el algoritmo diagnóstico de estos pacientes sin una justificación clínica clara, ya que, como decíamos, el diagnóstico es clínico.

Cistoscopio (izquierda) y lugar donde se realiza la cistoscopia (derecha)

Con el objetivo de disminuir el número de cistoscopias no adecuadas, se definieron unos criterios de bajo valor y se creó un formulario integrado en la historia clínica digital, que guía la petición médica con dichos criterios.

Se consideraron criterios para definir una cistoscopia de bajo valor todas las cistoscopias en pacientes diagnosticados de vejiga hiperactiva que no presenten alguno de los siguientes antecedentes:

  • hematuria macroscópica/microscópica reiterada
  • antecedente de radioterapia pélvica
  • procesos oncológicos vesicales o ginecológicos
  • cirugía vaginal para prolapso con malla
  • dolor pélvico
  • refractariedad al tratamiento médico (fracaso de medidas de primera línea como son la pérdida de peso, la reeducación miccional y la rehabilitación del suelo pélvico; y al menos el uso de un fármaco anticolinérgico y/o agonista B3)

Como medidas de apoyo, se dio una sesión clínica inicial en el Servicio de Urología explicando el proyecto y el porqué de los criterios. Posteriormente, mientras se creaba el formulario, se dio una sesión mensual reforzada con un email a todos los miembros del Servicio, con el análisis de todas las cistoscopias de bajo valor detectadas en estos pacientes.

En cuanto a los resultados obtenidos, partíamos de un periodo de revisión de seis meses (enero-junio 2021) en el que hasta el 55% de cistoscopias realizadas no aportaban valor, destacando que en ningún paciente se diagnosticó tumor vesical. Durante el periodo de sesión y email recordatorio mensual (diciembre-abril 2022) el % de cistoscopias sin valor bajó al 36%, sin ningún paciente diagnosticado de tumor. Posteriormente, entró a funcionar el formulario de ayuda a la petición, siendo el % de cistoscopias sin valor para el periodo de abril a junio de 2022 del 16%. En el análisis de 2023 y 2024, el % se ha mantenido estable entorno al 20%.


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