Filosofía del “No hacer” en patología infecciosa. Una mirada desde el grupo PROA del Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda

Cada vez más profesionales de la salud se suman a la filosofía del No hacer en la práctica clínica, una estrategia centrada en mejorar la calidad asistencial mediante la reducción de intervenciones innecesarias. En este contexto, el Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda acogió el pasado mes de marzo una sesión clínica general dedicada a este enfoque en el ámbito de la patología infecciosa, de la mano del grupo PROA (Programa de Optimización en el uso de Antimicrobianos) del centro.

Los Dres. Jorge Calderón y Andrea Gutiérrez del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda y miembros del grupo PROA

La implantación de los programas PROA son uno de los objetivos del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN). Estos programas se desarrollan tanto en el ámbito hospitalario como en el de Atención Primaria y trabajan en la optimización de la prescripción de antibióticos para mejorar el pronóstico de los pacientes, minimizar los efectos adversos, controlar la aparición de resistencia y garantizar el uso de tratamientos coste-eficaces.

El grupo PROA del Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda está integrado por un equipo multidisciplinar de profesionales de la salud pertenecientes a la Unidad de Enfermedades Infecciosas de los servicios de Medicina Interna, Microbiología, Farmacia Hospitalaria, Urgencias, Geriatría, Medicina Preventiva, Unidad de Cuidados Intensivos, Anestesia y, recientemente, se han unido al grupo representantes de Trasplante Pulmonar, cuenta además con el apoyo de la dirección del centro.

Un PROA con visión interactiva y formativa

Entre las actividades que llevan a cabo, está la de formar a otros profesionales sanitarios, y es por eso que organizaron una sesión general lejos de las tradicionales presentaciones magistrales, en la que los asistentes participaron activamente a través de la plataforma “Kahoot!”, analizando casos clínicos reales y reflexionando sobre las mejores decisiones terapéuticas.

En el primer caso, se trató la relevancia clínica de los parámetros analíticos inflamatorios más frecuentemente usados en la práctica habitual, la proteína C reactiva (PCR) y la procalcitonina (PCT). Se planteó un caso de un paciente que ingresa en la UCI por insuficiencia cardiaca descompensada y tras siete días de ingreso desarrolla una neumonía nosocomial por Pseudomonas aeruginosa y cuya evolución es seguida por los niveles de los marcadores inflamatorios. Las conclusiones obtenidas con la presentación de este caso fueron que no se deben repetir los marcadores inflamatorios si no hay clínica asociada y que no se debe guiar el inicio de antibioterapia únicamente por parámetros inflamatorios, sino que se debe valorar la situación clínica del paciente y recordar las causas inflamatorias-no infecciosas de la elevación de los reactantes.

El segundo caso sobre un paciente que ingresa por insuficiencia cardiaca y EPOC abordó el tema de la solicitud de pruebas al servicio de microbiología ajustadas a la clínica del paciente. El mensaje que nos llevamos en este caso es que no se debe administrar antimicrobianos antes de la extracción de hemocultivos; y que no se debe indicar el tratamiento antibiótico ante un paciente colonizado o en ausencia de signos de infección por riesgo potencial de aparición o selección de especies resistentes.

También se realizaron preguntas al público sobre la gestión diagnóstica de la bacteriuria asintomática en pacientes mayores que nos hicieron reflexionar sobre el tratamiento de las mismas (1-2).

En un tercer caso, a través de un caso de una paciente con un cuadro de sepsis secundaria a colangitis aguda, se plantearon cuestiones sobre la terapia combinada y la terapia oral secuencial. En este apartado, se lanzaron los mensajes de que no se debe usar la terapia combinada de forma generalizada dado que no hay beneficios y sí aumentan las toxicidades, no mantener antibioterapia de amplio espectro e intentar ajustar el antibiótico según el antibiograma con el objetivo de evitar la aparición de resistencias y seleccionar gérmenes multirresistentes y, por último, pasar a vía oral si en 48-72 horas la evolución clínica es favorable, tenemos aislamiento microbiológico y una opción antibiótica aceptable para el foco clínico infeccioso.

Referencias

  1. Vaughn VM, Gupta A, Petty LA, Malani AN, Osterholzer D, Patel PK, Younas M, Bernstein SJ, Burdick S, Ratz D, Szymczak JE, McLaughlin E, Czilok T, Basu T, Horowitz JK, Flanders SA, Gandhi TN. A Statewide Quality Initiative to Reduce Unnecessary Antibiotic Treatment of Asymptomatic Bacteriuria. JAMA Intern Med. 2023 Sep 1;183(9):933-941. doi: 10.1001/jamainternmed.2023.2749. PMID: 37428491; PMCID: PMC10334295.
  2. Tudela P, Molinos S, Esquerrà A, Carreres A. Asymptomatic bacteriuria in emergency. A frequent cause of diagnostic error. Med Clin (Barc). 2019 Jan 4;152(1):29-32. English, Spanish. doi: 10.1016/j.medcli.2018.05.018. Epub 2018 Jul 5. PMID: 29983161.

    Scroll al inicio